Las pérdidas gestacionales y las muertes perinatales aún constituyen un gran tabú, tanto para la sociedad como para muchxs profesionales. En nuestra sociedad actual, lejos de hacer lugar a la angustia, al dolor, se pretende evitarlo o transitarlo a toda velocidad, a un ritmo forzado. «Sos joven, vas a poder tener más hijxs», «tenés que ser fuerte», «ahora tenés un angelito», «todo pasa por alguna razón», «el tiempo lo cura todo», son tan sólo algunas de las frases que se pronuncian, a menudo intentando minimizar la pérdida de lxs ma/padres, relativizar su dolor, pero consiguiendo todo lo contrario: invalidando, molestando, dañando, enojando, hundiendo. Entonces, ¿qué decir? ¿qué hacer? ¿cómo acompañar?
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Natalia Liguori 