Salió la Revista Ohlala de octubre con una hermosa nota escrita por Nathalie Jarast que no sólo tiene mucha data sobre un montón de temas de maternidad sino que además incluyó a la salud mental perinatal. Para la misma, estuvimos conversando sobre cuestiones varias, entre ellas, sobre Baby Blues y Depresión Postparto. ¿Sabes de qué se tratan?
El Baby Blues es una alteración transitoria del estado de ánimo que se debe más que todo a los cambios hormonales y psicosociales vinculados con la maternidad. Se trata de los altibajos emocionales característicos del puerperio inmediato y de ese llanto “sin motivo aparente», con comillas intencionales porque que suelen haber sobradas razones para encontrarnos hipersensibilizadas: lloramos cansancio y falta de sueño, lloramos felicidad y amor que desborda, lloramos soledad e incomprensión, lloramos dudas, inseguridades y nuevas responsabilidades titánicas. La Tristeza Postparto se suele presentar durante la primera semana luego de dar a luz, en muchas ocasiones coincidiendo con la vuelta a casa luego del parto. Si bien su intensidad y duración es variable, en principio es considerado como una respuesta “normal” y adaptativa, de hecho, alrededor de 8 de cada 10 mujeres lo experimentan en alguna medida. Contando con un sostén emocional y una red de apoyo adecuados, los “síntomas” suelen desaparecer espontáneamente hacia la segunda semana luego del nacimiento (es importante estar atentas en caso de que persista o se intensifique).
La Depresión Postparto es un trastorno del estado del ánimo serio que puede afectar no sólo la salud de la mujer, sino también la del bebé y del resto de los integrantes de la familia. Es la manifestación psicopatológica más frecuente durante el #puerperio : aproximadamente 2 de cada 10 mujeres madres la padecen. Es importante visibilizar que no se trata de un mal día de mucha angustia, ni de falta de voluntad, sino de un malestar que excede y no cede, que afecta la cotidianeidad, impactando negativamente en la calidad de vida y en los vínculos.
👉🏼 La consulta oportuna con profesionales idóneos, con formación perinatal, es fundamental para su detección y tratamiento.