El nacimiento de una madre

De alguna manera, una madre tiene que nacer psicológicamente al igual que su bebé nace de forma física. Lo que una madre da a luz en su mente no es un nuevo ser humano, sino una nueva identidad: el sentido de ser una madre.
Convertirse en madre se consigue gracias al trabajo que cada mujer realiza en el campo de su mente, trabajo que se convierte en una actitud maternal, una experiencia profunda y privada. Esta actitud maternal no nace en el momento en que el bebé llora por primera vez. El nacimiento de una madre no se produce en un momento dramático concreto, sino que surge gradualmente a través del trabajo acumulativo de los meses que preceden y siguen al nacimiento físico del bebé.
Todas las personas tienen una organización psíquica básica, o actitud, que explica sus conductas. La actitud mental es lo que ayuda a cada uno de nosotros a organizar nuestras vidas mentales. Nuestra actitud mental determina lo que nosotros consideramos más importante, a lo que somos más sensibles, y aquello en lo que nos fijamos en una situación concreta.
En el proceso de convertirse en una madre, una mujer adquiere una actitud mental fundamentalmente distinta de la que había tenido hasta ese momento, y entra en un reino de experiencias no conocidas para otras madres. No importa cuáles son las motivaciones previas de una mujer, sus vulnerabilidades y reacciones emocionales; cuando se convierte en una madre, actuará, durante un tiempo, con una actitud mental totalmente nueva. Esta actitud mental de la maternidad desplaza su vida mental anterior y le impulsa a llenar la etapa central de su vida interior, proporcionándole una apariencia totalmente diferente.
Tener un bebé reorientará sus preferencias y placeres y muy probablemente reestructurará algunos de sus valores personales. De una manera más evidente, influirá en todas sus relaciones previas, y le llevará a replantearse sus relaciones más cercanas y a redefinir su papel en la historia de su familia.
<¿Es que esta actitud mental va a durar el resto de mi vida?> Dura toda la vida de la madre, pero no necesariamente ocupa siempre un lugar central. La organización mental previa es simplemente desplazada a un lugar menos relevante durante un tiempo que dependerá de cada mujer.
Nunca más será la misma persona que era antes de tener a su bebé, y al igual que no debe temer este cambio, tampoco deberá tomarlo a la ligera.

Breve resumen de la introducción del libro «El nacimiento de una madre» de Daniel N. Stern (Psiquiatra Perinatal)

(*) Natalia S. Liguori
Lic. en Psicología (MN 47.600 – MP 96.341)
natiliguori@yahoo.com
https://licenciadanatalialiguori.wordpress.com


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