La Tristeza Posparto (también conocida como “maternity blues”) es una alteración transitoria del estado de ánimo que se debe fundamentalmente a los cambios hormonales, psicológicos y sociales vinculados con la maternidad. Se trata de ese llanto sin motivo aparente que presenta la mamá y que casi todas las mujeres madres conocen: lloran, están sensibles, angustiadas. La TPP suele aparecer durante la primera semana luego de dar a luz y desaparecer alrededor de la tercera semana tras el parto. Si bien su intensidad y duración es variable, en principio se considera “normal”, adaptativa, y sus síntomas remiten espontáneamente si se cuenta con apoyo psicosocial.
La Depresión Posparto es un trastorno del estado del ánimo que puede afectar seriamente la salud de la mujer, del bebé y de la familia. Se da mayormente en contextos socioculturales occidentales, encontrando su origen principalmente en el aislamiento social y en la falta de acompañamiento empático. Cerca del 15/20% de las mujeres que dan a luz, pueden padecer DPP sin importar su edad, su ocupación, su nivel socioeconómico o número de embarazo. Puede aparecer inmediatamente después del parto, así como también días, semanas, meses e incluso hasta un año después del mismo. Es importante descartar organicidad (hipotiroidismo, anemia, etc.)
LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS SON:
Cambios repentinos en el estado de ánimo
Tristeza, desesperanza o llanto incontrolable
Fatiga, agotamiento, falta de energía
Disminución del interés y la capacidad de disfrute de casi todas las actividades
Altos niveles de ansiedad
Irritabilidad
Sentimientos de culpa, vergüenza o autorreproches
Baja autoestima
Dificultad para vincularse con el bebé y/o sentimientos ambivalentes hacia el mismo
Temor a estar a solas con el bebé
Cambios en el apetito y en el sueño (insomnio/hipersomnia)
Cambio en los patrones de alimentación (comer demasiado o muy poco)
Problemas de atención, concentración, memoria
Dificultad para tomar decisiones
Distanciamiento de familiares y/o amigos
Pensamientos negativos y atemorizantes
Miedo o pensamientos de querer dañarse a si misma y/o al bebé
Pueden aparecer pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida
Si se presentan varios de estos síntomas, casi todos los días, durante un período de dos semanas, es fundamental realizar una consulta profesional.
LOS PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO SON:
Antecedentes personales y/o familiares de depresión
Complicaciones gestacionales y estrés materno
Antecedentes de pérdidas gestacionales y/o perinatales
Embarazo no planeado y/o deseado
Problemas, separación o abandono de la pareja/padre del hijo
Fallecimiento, separación o abandono de un ser querido
Falta de redes de apoyo, aislamiento social
Complicaciones obstétricas durante el trabajo de parto, parto o posparto
Violencia obstétrica, sexual, física y/o emocional
Problemas de salud en el recién nacido, separación madre-bebé
Dificultades persistentes en la lactancia materna
RECOMENDACIONES TERAPÉUTICAS
– Atención psicoterapéutica (inclusión de la familia) y diagnóstico diferencial
– Evaluar necesidad de interconsulta psiquiátrica
– Favorecer el contacto con otras mujeres madres (importancia de los grupos)
Lic. Natalia Liguori – Lic. Carolina Mora
Psicólogas Perinatales
Nacer Juntos