
La premisa de que el cuerpo de la mujer es un objeto del que resulta legítimo disponer subyace a las diferentes manifestaciones de violencia de género, desde el feminicidio hasta el abuso sexual y las violencias en la atención del nacimiento.
El desconocimiento del otro en tanto sujeto de derecho es el principio en el que se basa todo acto violento, pues comprende el desconocimiento de su condición de ciudadanía.
El desdibujamiento de la condición de sujeto de las parturientas en el dispositivo de atención del parto se ejecuta por medio de una serie de prácticas estandarizadas que apuntan a la serialización de los procedimientos, reduciendo a la mujer a su condición orgánica.
Mercedes Campiglia Calveiro