
En los primeros tiempos de crianza, Gilou García Reinoso (quien me acompañó como analista) me señalaba que yo debía cuidar a mi bebé, pero cuidándome a mí al mismo tiempo. Como dicen en los aviones: «si viaja con niñxs, primero póngase la máscara usted y luego al niñx». Bien lejos de la metáfora de la Madre Coraje y la Difunta Correa, aquella a la que encuentran muerta, pero amamantando al niño, que la sobrevive. Retomo a Gilou, armando la genealogía de mujeres analistas en la que nos inscribimos -que innovan y ponen voz a lo innombrado- para decir que nuestras intervenciones clínicas y teóricas van en esa línea: PROMOVER LO NECESARIO PARA LA PRODUCCIÓN DEL PSIQUISMO INFANTIL EN LA CRIANZA, PERO NO A COSTA DEL MALESTAR EN PLUS MATERNO. LA MADRE Y EL NIÑX. NUNCA LA MADRE O EL NIÑX. Y NUNCA EL/LA NIÑX A COSTA DE LA MADRE.
Fragmento del prólogo por Débora Tajer, del libro «Maternidades en tiempos de des(e)obediencias» de Graciela Reid.