SEMANA MUNDIAL DEL PREMATURO 2016
Quisiéramos aprovechar la oportunidad para reflexionar sobre las implicancias del nacimiento prematuro, no sólo en relación a la salud de los bebés que nacen antes de tiempo sino también a la de sus familias, que pasan días, semanas, meses acompañando el crecimiento de sus hijos en el Servicio de Neonatología, servicio que hace a su vez de incubadora psíquica de madres y padres, en tanto es allí donde pueden encontrar – en los mejores casos – contención psicoemocional y sostén.
Es preciso involucrar a las familias, facilitar al máximo la permanencia de las madres y los padres en Neonatología, que su acceso al servicio sea irrestricto, lo que implica que puedan estar con sus hijos sin horarios pre establecidos. Hacerlos partícipes de los cuidados a su bebé, acompañarlos en este difícil momento, ofrecer sostén emocional y facilitar su empoderamiento para que puedan tomar las decisiones que estén a su alcance. Subjetivar al niño, que no sólo es objeto de cuidados médicos, sino también un Ser que necesita ser hablado, mirado, tocado, sostenido, acariciado. Llamarlo por su nombre, hablarle mientras se realizan procedimientos. Subjetivar a las madres y padres, nombrarlos, darles lugar para expresar sus sentimientos ambivalentes, alegría pura por la llegada de sus bebés e incertidumbre, angustia, dolor, ansiedad, estrés. Ofrecerles información completa en términos sencillos sobre el estado de salud de sus chiquitos, favorecer el contacto piel con piel y la lactancia materna siempre que sea posible, facilitar el trabajo conjunto con los profesionales reforzando el papel central de la pareja parental. Incluir a los hermanos mayores, en caso de que los hubiera, ofrecer días de visita de hermanos brindando apoyo emocional por parte de los profesionales del área de psicología y también permitir visitas a los abuelos y tíos, ofreciendo la oportunidad a todos los miembros de la familia de establecer un vínculo con el bebé y de implicarse activamente.
Para favorecer los cuidados de los padres hacia los bebés ingresados en neonatología, al igual que el vínculo m/paterno-filial, es importante que las instituciones puedan contar con residencias para madres. Estos espacios permiten a las mamás estar cerca de sus bebés, disponibles para sus cuidados, y favorecen la lactancia materna. Asimismo, las madres pueden encontrar un espacio de contención junto a otras mujeres que están atravesando la misma experiencia y esto les permite sostenerse mutuamente y compartir recursos.
“Los profesionales tenemos como reto buscar otra mirada hacia el gran prematuro que la puramente médica centrada sobre los aspectos físicos. Ayudar a los padres a escapar del ruido de las máquinas, de los comentarios técnicos, para observar el cuerpo de su bebé y sus manifestaciones. Darle una existencia psíquica en un lugar donde es tan difícil que la haya como en un hospital. Posteriormente, ayudarles a ir descubriendo al bebé sano y vital (ideal) que deseaban tener, en una suerte de nuevo nacimiento feliz, que enriquezca su mundo representacional sobre el hijo” (González-Serrano, 2010, en Ibone Olza, 2014).
Cuidar del exceso de estímulos, procurando filtrarlos, atenuando luces, disminuyendo sonidos disruptivos, minimizando intervenciones, incluyendo a los padres siempre que fuera posible: las investigaciones han demostrado que el contacto piel con piel con las figuras de apego y el oír la voz de la madre/padre disminuye el estrés asociado, protegiendo al prematuro. Fomentar también la lactancia materna como recurso para disminuir y atenuar la respuesta al dolor ante procedimientos médicos. Por otro lado, es vital cuidar el vínculo m/paterno-filial y fomentar interacciones sanas y protectoras.
Es importante favorecer el vínculo de hermanitos y abuelos con los bebés hospitalizados. Muchas instituciones cuentan con “día de abuelo” y “día de hermanos” como estrategias para incluir estos vínculos. Esta estrategia permite también fortalecer las redes de sostén familiares que serán claves durante el alta y la vuelta a casa. Cuanto más implicada está la familia extendida, más seguros se sentirán al colaborar con los cuidados del bebé fuera del hospital y esto brindará tranquilidad y mayor posibilidad de descanso a los padres.
“Las intervenciones tempranas centradas en la familia durante la hospitalización neonatal y en la transición al domicilio han demostrado disminuir el estrés y la depresión materna, mejorar la autoestima maternal y mejorar las interacciones tempranas entre padres y sus bebés prematuros (Browne & Talmi, 2005; Shaw et al., 2013). Todavía son muy escasas las intervenciones dirigidas a atender la salud mental de las familias de los recién nacidos hospitalizados en la población de nuestro entorno (González-Serrano, 2010; Tarrago Riverola, 2003).” (Olza y Colaboradores, 2014).
Los padres y las familias que atravesaron por la experiencia de un nacimiento prematuro coinciden en resaltar lo importante que fue rodearse de otros padres en la misma situación: los pasillos, la unidad neonatal y las residencias para madres funcionan como espacios en los cuales socializar los miedos, las incertidumbres, las tristezas. Espacios donde acompañarse, donde las familias se sostienen mutuamente, se alegran de los avances de los otros y se abrazan ante el dolor, hermanados por una misma lucha: ver a sus hijos salir adelante. Asimismo, las familias recuerdan cómo la actitud de los profesionales de la salud con los que se han cruzado influyó durante el proceso de internación e incluso en la vuelta a casa. Sentirse escuchados por los profesionales, comprendidos en sus dudas, alentados a implicarse en los cuidados y valorados en su función parental es de vital importancia para atravesar esta crisis disminuyendo el estrés.
Volver a casa con el bebé en los brazos y el bolso lleno de miedos, el estado alerta, el ritual de controlar la respiración y temperatura, no es sencillo, es un enorme desafío que atraviesan todas las madres y los padres que vivieron la experiencia de la internación en neonatología. El tiempo, el sostén de la familia y amigos, el acompañamiento del pediatra y los profesionales referentes y la mismísima experiencia de convivir con su hijo en la rutina cotidiana les brindarán poco a poco la convicción de sentirse seguros y capaces de cuidar y disfrutar de su hijo/a plenamente.
Abrazarte antes de tiempo es amarte para siempre.
Lic. Natalia Liguori – Lic. Carolina Mora
Psicólogas Perinatales
Nacer Juntos
Campaña completa AQUÍ
¡Gracias Tamara Costanzo de Delpinofotografía!