
¿Sabías que en caso de que tu bebé nazca por CESÁREA también podés dejar en claro cuáles son tus deseos y preferencias?
ES TU DERECHO SOLICITAR…
Estar acompañada por la persona que vos quieras.
Esperar al inicio espontáneo del trabajo de parto, si esto es posible, en lugar de programar la cesárea.
Que tus brazos no sean atados durante la intervención.
Que los cables del electrocardiograma se coloquen en el dorso, de manera que no estorben en tu pecho.
Que se baje la cortina del campo estéril para poder observar el nacimiento de tu bebé.
Que coloquen la vía del suero en el brazo no dominante, lejos del pliegue del codo, para no tener molestias al tenerlo en brazos y al amamantarlo.
Que los profesionales no hablen de cosas triviales mientras te operan, respetando el momento sagrado que es el nacimiento de tu hijo.
Ser la primera persona que sostenga al bebé luego de su nacimiento.
Que se respete el contacto piel con piel inmediato e ininterrumpido (y que en caso de que no pueda estar en tus brazos, pueda estar en los de su padre u otro acompañante presente).
Que el pinzamiento y el corte del cordón umbilical sea oportuno, una vez que el mismo deje de latir.
Que no te dejen sola en el quirófano.
Que se retrasen todos los procedimientos de rutina que suelen realizarse sobre el bebé hasta después de su primera hora de vida, salvo que requiera atención médica.
Que te acompañen y apoyen el inicio temprano de la lactancia materna.
Que no reciba suministro alguno de soluciones glucosadas ni de leche de fórmula, así como tampoco tetinas o chupetes.
Que se respete la intimidad de la familia y su necesidad de descanso.
Que, en caso de que tu bebé sea internado en Neonatología, tengas acceso irrestricto para estar con él/ella.
(*) Natalia S. Liguori
Lic. en Psicología (MN 47.600 – MP 96.341)
natiliguori@yahoo.com
https://licenciadanatalialiguori.wordpress.com