
¿Alguna vez escuchaste hablar del concepto de PREOCUPACIÓN MATERNAL PRIMARIA?
Hace más de 50 años, Donald Winnicott hizo referencia a un estado psicológico muy especial en las recientes madres, caracterizado justamente por una preocupación que comienza desde antes del nacimiento, más o menos a partir del tercer trimestre de la gestación, y que se prolonga por unas cuantas semanas o meses después del parto. Durante el embarazo y el primer tiempo postparto, nos encontramos con una “sensibilidad exaltada”, que nos facilita ponernos en el lugar de nuestro bebé y satisfacer de forma adecuada y oportuna sus necesidades, brindándole seguridad y continuidad existencial. Es un estado necesario para iniciar el proceso de maternaje, un estado que no dura para siempre sino que (saludablemente) va mermando de forma progresiva.
Juan Miguel Hoffmann compara la Preocupación Maternal Primaria con el estado de enamoramiento en tanto, temporalmente, nuestro interés se centra especialmente en el bebé y en la función materna, en detrimento de otros vínculos y otras áreas de nuestra vida.
Enamorarnos será lo que facilitará empatizar con este pequeño ser que al principio pareciera “hablar en otro idioma” (no que no incluye palabras y que posiblemente nos costará ir descifrando) e implicarnos en sus cuidados.
(*) Natalia S. Liguori
Lic. en Psicología (MN 47.600 – MP 96.341)
natiliguori@yahoo.com
https://licenciadanatalialiguori.wordpress.com