No sé quién necesitara escuchar esto… pero no, no necesariamente tu pareja está rota, y no, no estás sola, si ese primer año (o segundo o tercero) te sacudió por completo y te dejó preguntándote por qué procreaste con alguien que no sabe siquiera cómo poner en funcionamiento el lavarropas.
Convertirse en ma/padres es una de las transiciones más grandes en una relación, para la que la mayoría de nosotros no estamos preparados. Tener un bebé requiere que cambiemos muchos de nuestros viejos patrones, que nos rompamos de múltiples maneras para construir nuestro nuevo yo.
Para algunas parejas, esta ruptura es una señal dolorosa, pero necesaria, de que no estás con la persona adecuada y, sí, mereces una pareja y un co-m/padre que te apoye, reconozca y celebre. Para otras, la retorcida curva de crecimiento postparto de pareja a ma/padres es solo un capítulo realmente intenso de integración, que se vuelve aún más desafiante en una sociedad que nos deja completamente desprevenidas, aisladas y apoyándonos para todo en nuestras parejas cuando necesitamos desesperadamente sostén comunitario, apoyo y mantenimiento de algunos espacios personales.
Ilustración y textos de Catie Atkinson, traducidos con su autorización (Febrero 2022).