Se denomina factores de riesgo en salud mental a la situación o conjunto de situaciones que ofrecen una probabilidad mayor al promedio de provocar estados de morbilidad o de enfermedad mental.
Un factor de riesgo que se denuncia en forma constante es la tendencia a maternizar todos los roles de las mujeres, más allá del rol maternal específico. Pero hay una condición común y compartida, suficientemente destacable entre los roles de género femenino, que se organiza alrededor del concepto de maternidad (función materna, ideales maternales, deseos maternos, experiencia maternal, etc., son algunos de los conceptos asociados). La particularidad del status de la mujer que es madre, y el papel central que desempeña en la vida de la mayoría de las mujeres (aún de aquellas que sin ser madres, sin embargo maternalizan sus otros roles), explica por qué constituye un riesgo para la salud mental de una persona. Hay prácticas sociales relativas al ejercicio del rol maternal que indican un alto nivel de expectativas respecto de su cumplimiento (como se expresa en la frase “una madre siempre se las arregla para satisfacer a los suyos”). Esto puede coincidir con factores de riesgo tales como carecer de una red de apoyo confiable (amigos, familiares, etc.).
Otra característica que otorga un matiz de riesgo al rol materno es que es cansador, pero la mayoría de las mujeres no lo reconocen como verdadero trabajo, con lo cual o no perciben a tiempo su cansancio (es una de las formas del “trabajo invisible”), o lo perciben pero postergan su alivio.
💬 Fragmentos del libro “El malestar de las mujeres, la tranquilidad recetada” de Mabel Burin , también incluidos en su texto ”Género y salud mental: construcción de la subjetividad femenina y masculina”.
* Datito de color: en el tercer capítulo de su libro, menciona al matrimonio como factor de riesgo para las mujeres y como factor de protección para los varones; en paralelo a ser las responsables de las tareas de cuidados y del hogar, las dobles y triples jornadas, la falta de soporte o ayuda, la falta de comunicación con la pareja.