Cuando mapaternamos a más de un niñx suelen aparecer nuevas preguntas, pensamientos y emociones que pueden incomodar. Ni hablar de tan solo pensar en la posibilidad de expresarlas en voz alta… Sensaciones que parecieran desprenderse de ese sentimiento llamado amor, de lo construido sociocultural e individualmente en torno al mismo.
¿Queremos por igual a las personas que forman parte de nuestras vidas?
¿SE QUIERE POR IGUAL A LXS HIJXS?
¿Qué sería «querer por igual»?
¿Es algo de la órbita de lo posible?
¿Qué es eso de «cuantificar» el amor?
¿Cómo vamos a querer POR IGUAL a lxs hijxs, si no dejan de ser personas DISTINTAS? Con rasgos de personalidad únicos, características, ritmos, formas, intereses, necesidades, etc. que nos interpelan de forma des-igual, que espejan y movilizan fibras íntimas particulares. ¿Cómo nos encuentra CADA VÍNCULO particular? En el que nosotrxs también SOMOS en esas singularidades que se van co-construyendo en el “ENTRE”.
Amamos, tratamos y nos relacionamos diferente con cada persona hijx… Un «diferente» que no necesariamente significa «más» ni «mejor”, en tanto no es mensurable ni comparable.
Les compartimos esto que fue surgiendo en uno de nuestros tantos intercambios del amor… Nos gustaría leerlxs a uds, ¿se lo han planteado? ¿cómo lo viven? ¿qué les parece?
Por Natu Liguori y Cin Molina