“De alguna manera, una madre tiene que nacer psicológicamente al igual que su bebé nace de forma física. Lo que una madre da a luz en su mente no es un nuevo ser humano, sino una nueva identidad: el sentido de ser una madre. Convertirse en madre se consigue gracias al trabajo que cada mujer realiza en el campo de su mente, trabajo que se convierte en una actitud maternal, una experiencia profunda y privada. Esta actitud maternal no nace en el momento en que el bebé llora por primera vez. El nacimiento de una madre no se produce en un momento dramático concreto, sino que surge gradualmente a través del trabajo acumulativo de los meses que preceden y siguen al nacimiento físico del bebé.”
Estos renglones pertenecen al maravilloso libro “El nacimiento de una madre” del psiquiatra perinatal Daniel N. Stern. En él expresa de forma clara y sencilla – hasta poética – cuán importante es la gestación no sólo para el desarrollo del bebé que crece en el útero materno sino también en el camino de preparación de la mujer hacia una nueva identidad: la del Ser Madre.
Para poder gestar, parir y amamantar a un bebé, la mujer experimenta cambios físicos, hormonales y cerebrales, su organismo se prepara progresivamente para la lactancia y en el plano psicológico para maternar.
Como afirma la psicóloga María Casariego de Gainza, «la naturaleza es muy sabia, los nueve meses por vivir dan un espacio mental para que no sólo anide el bebé en el cuerpo de la mujer sino en la cabeza de ambos padres».
Transitar el embarazo con plena consciencia facilita poder disfrutar cada paso del camino (recordando que, como todo en la vida, en algún momento llegará a su fin) y entregarnos por completo al vínculo prenatal con nuestros hijos. Conectar con nuestros cuerpos, con nuestros bebés, con nuestras emociones, repasar nuestras historias, identificar y enfrentar nuestros miedos con todo lo que ello implica. “No es poca cosa sentir en nuestro cuerpo la presencia de un cuerpo extraño. Deseado, amado, soñado, pero sin embargo extraño. Para habitar este cuerpo de dos hay que tomar conciencia de la profundidad que existe tras la fachada. Para sentirse más estable, menos vulnerable, hay que reunir el ser entero. Para estar disponible a la vida de ese otro minúsculo, hay que estar disponible a las propias sensaciones. Embarazadas, las mujeres tienen más que nunca ese sexto sentido que les da acceso a su cuerpo. Presienten que necesitan reunirse para, luego, separarse mejor” afirma Thérèse Bertherat en “Con el consentimiento del cuerpo”.
Vivir la gestación de forma consciente implica estar presentes y permitir que nuestra consciencia se expanda junto con nuestro vientre. Dejarnos sorprender por los cambios. Abrazarlos. Estar atentas a nuestra alimentación, a nuestros pensamientos, a nuestras emociones, escuchar a nuestro cuerpo y a nuestro corazón. Tener presente que el intercambio madre-bebé empieza desde el momento mismo de la concepción y que al cabo de algunas semanas de gestación este nuevo ser comienza a oír, a percibir, a sentir. Es también recordar que el útero constituye el primer mundo del niño y procurar – en la medida de lo posible – proporcionarle un ambiente cálido, sereno y amoroso. Es aceptarnos protagonistas del proceso, responsabilizándonos por nuestros actos y decisiones. Bucear en nuestros deseos y temores, leer, preguntar, buscar información, conocer las distintas alternativas, hacernos cargo. Empoderarnos y recuperar la confianza, lo cual es fundamental no sólo para la gestación y el parto sino también para la lactancia, para el vínculo maternofilial, para el puerperio.
«Nuestros hijos se gestan en nuestro centro, ahí donde se irradia la energía vital, que los sostiene
y los llena de vida hasta convertirlos en nuestro sol, nuestra luz, el centro de nuestro universo»
(*) Natalia S. Liguori
Lic. en Psicología (MN 47.600 – MP 96.341)
natiliguori@yahoo.com
https://licenciadanatalialiguori.wordpress.com
– Bertherat, T., Bertherat M, Brung P., “Con el consentimiento del cuerpo”. Ed. Paidós. Bs.As., 2014.
– Stern, D. “El nacimiento de una madre”. Ed. Paidós Ibérica. Barcelona, 1999.
– Verny, T., Kelly J. “La vida secreta del niño antes de nacer”. Urano Ediciones. Barcelona, 2009.
GARACIAS!!!!!!! POR LA PROFECIONALIDAD!!!! UNA ABUELA PRIMERIZA!!!
¡Gracias por tus palabras Graciela! A disfrutar el Ser Abuela que debe ser realmente maravilloso ♥
Hermoso, como siempre!! Gracias por acompañar la maternidad consciente!! 🙂